Crecimos

Mientras que el siglo pasado transitaba su último lustro, nosotros salíamos de manera tumultuosa y confusa de nuestra adolescencia. Mezclando grapas y partidos de ajedrez en el "Capiloncho" intentábamos descubrir la mejor manera de hacerlo. Pasamos por incontables experiencias, un grupo muy heterogéneo que se fue afianzando con tareas, alergias, tristezas y frustraciones en común. Padecimos los nocivos vapores de un solvente con el cual, en varias jornadas, acondicionamos el viejo hall de entrada para poder usarlo de salón estudiantil. En ese espacio, entre trucos, ping pong, maratónicas partidas de juegos de estrategia y pintura de pancartas dimos firmes pasos en la pelea por nuestras convicciones y vimos lo enorme que podía ser nuestra fuerza si luchábamos juntos. También en ese espacio nos abrazamos unos a otros y nos dimos aliento cuando nos topamos con fuerzas mas grandes que las nuestras y tuvimos que capitular. Nos dolieron mucho esos golpes, pero nos fortalecieron como luchadores y nos consolidaron como grupo. Más allá de que nos veamos seguido o no, nos seguimos viendo como grupo a la distancia. Forjamos en esos años amistades a prueba de todo que sabemos que nos acompañaran toda la vida. Algunas de aquellas personas ya no están, prematuramente se fueron, pero los revivimos con cada anécdota, con cada recuerdo y están tan presentes como entonces. Pese a que ha pasado mucho tiempo seguimos creyendo que algunas de aquellas cosas por las que peleábamos son posibles. Por todo esto y por mucho más es que el I.A.V.A. nos marcó a fuego y al dia de hoy es imposible pasar por alguna de sus veredas sin que venga a la mente un tozudo: ARRIBA LOS QUE LUCHAN